EUROPA
PRESS
7 noviembre
2016
Los efectos positivos de la oxitocina están siendo investigados
desde hace años en el tratamiento de fobias sociales, así como para el
tratamiento de trastornos psiquiátricos o del espectro autista por su papel
dentro de la función cerebral.
Esta
hormona también es conocida como la 'hormona del amor' debido a su papel en los
comportamientos humanos, incluyendo la excitación sexual, el reconocimiento, la
confianza, la ansiedad y la unión madre-niño. Es producida por el hipotálamo,
una zona del cerebro que controla el estado de ánimo y el apetito, y se
almacena en la glándula pituitaria, un órgano del tamaño de un guisante que se
asienta en la base del cráneo.
Ahora,
una nueva investigación, presentada en la Conferencia Anual de la Sociedad
británica de Endocrinología que se celebra en Brighton, Reino Unido, afirma que
las personas con trastornos médicos que causan bajos niveles de oxitocina
tienen peores resultados en las tareas de empatía.
Según
sus autores, se trata de la primera investigación que se centra en estudiar a
seres humanos con reducción de los niveles de oxitocina y sugiere que el
reemplazo hormonal podría mejorar el bienestar psicológico de los que viven con
niveles bajos.
Investigadores
de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, investigaron el comportamiento
empático en personas que sospechaban de tenían bajos niveles de oxitocina
debido a una de dos enfermedades médicas causadas en respuesta a la cirugía hipofisaria.
El
estudio evaluó a 20 personas con diabetes insípida craneal (CDI, por sus siglas
en inglés), en la que el cuerpo reduce los niveles de la hormona antidiurética
(ADH, por sus siglas en inglés), un producto químico también producido en el
hipotálamo y estructuralmente muy similar a la oxitocina.
Peor identificación de expresiones
Los
investigadores también estudiaron a 15 personas con hipopituitarismo (HP), una
patología en la cual la glándula pituitaria no libera suficientes hormonas.
Posteriormente, los científicos compararon los dos grupos de pacientes con un
grupo de 20 controles sanos.
Los
investigadores pidieron a todos los participantes que realizaran dos tareas
diseñadas para evaluar la empatía, ambas vinculadas con el reconocimiento de la
expresión emocional. También midieron los niveles de oxitocina de cada grupo y
vieron que los 35 participantes con CDI y HP tenían una cantidad de oxitocina
ligeramente inferior que los controles sanos, aunque se requiere una muestra
mayor para establecer una significación estadística.
También
detectaron que los grupos CDI y HP tuvieron resultados significativamente
peores en las tareas de empatía, en comparación con los controles. En
particular, la capacidad de los participantes con CDI para identificar
expresiones se predijo por sus niveles de oxitocina: aquellos con los niveles
más bajos de oxitocina obtuvieron peores resultados.
"Éste
es el primer estudio que examina la baja oxitocina como resultado de trastornos
médicos en lugar de psicológicos --apunta Katie Daughters, investigadora
principal del trabajo--. Si se repite, los resultados de nuestros grupos de
pacientes sugieren que también es importante considerar los trastornos médicos
que conllevan un riesgo de bajos niveles de oxitocina".
“Los pacientes
que han sufrido una cirugía hipofisaria, y en particular aquellos que han
adquirido CDI como consecuencia, pueden presentar niveles más bajos de
oxitocina, lo cual podría afectar a su comportamiento emocional y, a su vez, su
bienestar psicológico. Tal vez deberíamos considerar introducir controles del
nivel de oxitocina en estos casos", plantea.
Los
investigadores esperan ampliar su estudio con el fin de replicar y confirmar
sus hallazgos, ya que su trabajo presenta sólo resultados preliminares y no ha
sido revisado por pares.